LA JAULA DE EZRA POUND
Los vencedores cuando entraron en Roma
llevaron al poeta Ezra Pound en una jaula de leones y los expusieron para
escarnio público pese al castigo tuvo más suerte que Mussolini al que colgaron
junto a su amante Clara Petacci con los pies para arriba y los ingleses
fusilaron a Lord How How. Sus acreditaciones sus versos y sus libros y su fama no
le sirvieron de nada.
Acusado de colaboracionista fue condenado
a muerte por colaboracionista por un tribunal de Washington pena conmutada por
la de cadena perpetua. Fue declarado loco le pusieron la túnica púrpura de
Pilatos como Herodes a cristo y lo mandaron al Pretorio sus obras confiscadas y
borradas del catálogo, pero como Dios protege a la inocencias murió a los 88
años en Venecia. Es uno de los mayores poetas en lengua inglesa cetro que
disputó con su amigo y rival T.S Elliot. Pound había huido a Londres buscando
sus raíces, pero su sueño era Roma y la latinidad de la misma manera que el
canadiense Elliot amó una Inglaterra en la cual quiso ser más inglés que los
ingleses. En los cursos de Filología estudié la obra poeta de los dos. Entendí
a Elliot que me entusiasmó.
Pound es mucho más intrincado y difícil (Cantos,
Sextus Propertius, Lume Spento, Testamento de francoi Villon) los críticos ven
en sus poemas un alegato contra la usura.
En sus emisiones radiofónicas desde Roma
atacó el sistema capitalista y bendecía al fascio. Formalmente sus versos los
escancia bajo el compás de un ritmo interior aliterando frases y resucitando
palabras enterradas del inglés que interfiere con otras en francés alemán
italiano y español. La estructura ontológica de sus versos es criptica apta únicamente
para iniciados y para las elites. Establece campos de fuerza para poner el
mundo del revés.
Su mensaje adelantándose a Orwell Huxley
y los utópicos es que la usura y el deseo de tener sin ser llevará a un mundo
bajo el yugo de los nuevos tiranos: redes sociales, prensa atraillada y
manejada por el gobierno, sin la división de poderes en los estados que
predicaba Hobbes y demagogia a todo pasto.
El presentimiento de este vate de Idaho
parece haberse materializado con la crisis de la peste pequinesa marcada por el
terror y la desinformación.
No sabemos lo que está ocurriendo con el
microbio asesino porque quien lleva las riendas y tiene la clave de la pandemia
global no nos la dice.
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