ODA A MI MAQUINA DE ESCRIBIR
Vestal pura ojo del mundo russalka blanca y redonda
Pedal que pulso freno y acelero
Escribir es una secreción pulmonar
Llevando la mano a través de la mecánica baraja
Cariátide enamorada que con su testa soporta las techumbres
Dama duende y alborotadora xana ya vienen los esmorgantes
Compañero que siempre llevé conmigo trasterrada y portátil
Cuentos y cartas de Edenthorpe y aquella casa en el norte zumbando con el fuego del fireplace
Quise aprehender el amor en el aporreo de tus teclas
Pero el amor se fue
Resbalando en el traqueteo de la ametralladora que dispara sueños lagrimas y risas
Incesante quehacer
Sobre el rodillo y el papel
Tuve una cinta de colores
Timbre que anunciaban el final del folio
Teclas gachas a empellones pulgares y meñiques
Escritor que resiste en el blocao con su fusila, un mauser italiano
Esposa fiel que conoces mis langores y penumbras
Amiga que nunca me abandonas
Fuiste especulación y borrachera camino del cielo y los infiernos
Mechón de sueños colgados en las cornisas
Campanilla que frota el aire y nace la brisa
Querencia de inmortalidad y vida eterna
Mi destino eterno tiembla en una cuartilla
Ventura y desventura que baila entre mis dedos
Luna de agosto que alumbra el camino
Tú maquina de escribir Olivetti vieja y desgastada eres lo único que me queda de aquel relente profético
Brillo de mis penas sueños de grandeza
Refracciones del recuerdo que se convirtió en grafomanía
Una quimera no mas que avanza y retrocede sin fin
Un cañoneo a porfía por las quebradas del abecedario
Abrazada siempre a mis enigmas, miedos y complejos
Toda mi existencia fue secuencia de palabras
Voces que redimen y condenan
Manchan y purifican
Ardió mi alma en la parrilla
medio siglo de vida en mi portátil.
Un océano de palabras y de letras combustibles
Y un barco a la deriva
Veintiocho redondas blancas
Desnudas en el templo de las musas
Luego vino el ordenador
pero eso ya es otra cosa
Porque no suena ni chirría
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