ME DESAHOGO. BLOGSPOT.COM
sábado, 19 de julio de 2025
martes, 8 de julio de 2025
DICK EMERY EL LONDINENSE
DEL BARRIO JUDIO QUE FUE LA GRAN CARCAJADA DE INGLATERRA
La magia de youtube me
hizo retroceder medio siglo en el tiempo. Todavía resuenan a la recherche du temps perdu las risas de
aquellas tardes de invierno frente al televisor en blanco y negro.
Suzi me había
preparado la cena y yo llegaba cansado de trabajar en la universidad de York o
de las clases de la escuela y allí estaba él pequeño ojos penetrantes y
taladradores como un berbiquí y una verdadera garlopa para cepillar la mala
madera de los pensamientos negativos la incertidumbre de mi empleo, el miedo al
futuro ¿qué sería de la hija que nos iba a nacer? Our Helen.
Dick Emery fue el
mejor humorista de todos los tiempos.
A Charlot lo dejaba
atrás y ganaba por media cabeza en esa competición a Alf Garnett otro castizo
del barrio judío el cual anunció que no habría navidades aquel año de gracia de
1973 “porque la Virgen María tomaba la píldora”.
Benny Hill era otro de los grandes de aquella
BBC de los años setenta que fueron los mejores de nuestras vidas. No había odio
en los rostros sino sonrisas.
Era la old merry England abriéndose al futuro
que perdía el imperio y arrostraba los tiempos difíciles a veces de chácharas
insustanciales y tazas de té.
El acento cockney de estos gigantes de la
sátira era difícil de seguir.
─Las burradas de Alf
Garnet se conjugaban con la sutileza de los gags de mister Emery cuando impresionaba
al vicario con los dientes de burro, a la solterona más fea como un demonio que
no querían que la llamasen madam sino miss y trataba de tumbarse al
electricista o al lechero un mito sexual en aquellos tiempos. Dick conseguía personajes
perfectos como el de la núbil señora entrada en carnes y en años que llevaba
mal lo de haberse quedado para vestir santos.
O el vejete
cascarrabias que vive con sus hijas, refractario a quedarse en un asilo.
─Oh you are aweful but I like you
Acto seguido le arreaba
un bolsazo a su interlocutor.
Benny Hill aparecía
com su cara de colegial noughty boy, deliciosas
travesuras y alguna mariconada, rodeado de gachís despampanantes. Estábamos en
los tiempos de la minifalda, la píldora anticonceptiva, bombas en Belfast pero
sin guerras- nadie hablaba de guerras ni de holocaustos.
El antisemitismo había
sido suprimido por falta de quórum. Tiempo feliz. Sin embargo, Dick Emery
1915-1983 tenía una cara oculta.
Fuera de la escena era
antipático, presuntuoso, cruel con su familia, presumido y muy putero, se casó
seis veces. Un womanizer de siete
suelas. No fue un tipo feliz. Visité su tumba en el cementerio de
Bishop´Storford. Estaba abandonada. Una estela funeraria sin cruz y sin flores.
Bendita sea su memoria de aquellos tiempos que no volverán y recuerdos de aquel
amor que sólo pasa una vez en la vida de aquella Suzanne mi primera esposa que
estará presente en mi imaginación hasta que cierre los ojos
martes, 8 de julio de
2025
martes, 1 de julio de 2025
VUELVO A CONFESARME DESPUÉS DE DIEZ AÑOS ALEJADO DE SRI
No es que me haya alejado de la iglesia pero circunstancias largas de explicar y la entronización del papa Prevost (un pontífice como Dios manda) me empujaron a arrodillarme ante el tribunal de la penitencia.
Otro aliciente: esta pascua de resurrección y de pentecostés (Pfingstein lo llaman los germanos) he sentido aletear la paloma del Espíritu Santo a mi alrededor.
Para “soltar e saco” opté por acudir al penitenciario de la catedral de Segovia, don Crescente, que era de mi curso, contemporáneo y compañero de fatigas.
Le recuerdo bien no muy grande de talla pero fuerte como un quejigo jugando a la pelota pegaba unos mangazos que eran como disparos contra el frontón de la torre Carchena esto es el paredón del cine Cervantes que decíamos la huerta del seminario.
Le pedí cita en la capilla del Cristo que remata la nave del crucero de la última catedral gótica.
No sabía cómo empezar la declaración de mis culpas pero ¿Qué pecados se pueden cometer a los 81 años?
─Ave María purísima
─Sin pecado concebida ¿Qué te trae por aquí, Antoñito?
─Pues vengo a confesarme contigo Crescentín
─¿Cuánto hace que no recibes el sacramento?
─Más de tres lustros
Noto al penitenciario revolverse alarmado en su asiento detrás de la rejilla. Suspira, se hace un largo silencio y después dice:
─Tres lustros son quince años
─Cabales.
−En Sevilla y en Linares veinte mulas son diez pares. ¿Perdiste la fe, Parrita?
─Quiá. Sigo los viejos misales y rezo ─
El oficio divino del rito de San Pió V.
─Fue abolido
─Por eso mismo y me hice ortodoxo ruso, en Londres fui ordenado diacono por el metropolita Antonio
─Que disparate pero Xto lo perdona todo. Además veo que obraste con rectitud de intención.
─¿Vas a misa?
─La rezo en casa
─Esas misas no te valen. ¿No te acuerdas de lo que nos enseñaba don Demoque, mi predecesor en el cargo que era un experto canonista. Las leyes no te las puedes saltar a la torera, están ahí.
─A ver cuarto mandamiento ¿Honraste padre y madre?
─Les ayudé en lo que pude. De joven entregaba todo lo que ganaba en casa y de mayor cuidé de ellos pero ellos me devolvieron mal por bien, yo era la oveja negra de la familia.
─Bueno, eso ocurre en las mejores familias. A ver el quinto. ¿Mataste o heriste de palabra u obra a un semejante?
─Ganas me dieron, padre pero en lugar de agredir a los que me agredía o difamaban intentó olvidar agravios.
─Bien. El sexo mandamiento. ¿Cometes actos lujuriosos?
─Que cosas tienes, Crescente. A estas alturas, ya somos más viejos que san Hilario. Castos a la fuerza. Me operaron de la próstata y fue como una emasculación química. Sin embargo, la vista y el oído son los últimos que pecan y a mí me gusta consultar las páginas porno de internet
─Ay, Dios pero qué cosas dices pues? Eres un hombre casado.
─Sí pero mi parienta anda a lo suyo, se cansó de mí y yo me alivio de mis cuernos entrando en esos chats infames donde toda suciedad encuentra un hueco. En los masturbatorio veo como se masturban las mujeres de medio mundo, se meten el dedito, vuelven la vista y eyaculan espuma por la vagina. A mí no es que me solace esto. Es que siento horror. Porque se cumplen las profecía de Sodoma y Gomorra al alcance de un clic.
Las peores, las más hernecidas, duchas en la felación, el sexo anal son las rusas. Estoy por decirte que casi me enamoro de una. Una siberiana guapísima.
Aparece en su portal luego cierra la ventanilla cuando es requerida por alguno de sus lujuriosos solicitantes para un privado.
Regresa al cabo de un cuarto de hora todo despelujada y dando la impresión de que el cliente de turno la ha dado una paliza luciendo moratones en nalgas y pechos.
─Uy por Dios y esa porquería miras
─Se llama Estrella y yo trataba de convertirla hablándole de las penas del infierno.
Me escuché con atención y luciendo una cara virginal con aire de no haber roto nunca un plato. Le hablo de que la prostitución es no solo peligrosa para la salud del alma sino del cuerpo también.
Le hablo como diacono de la iglesia rusa pero por toda respuesta me mostró un gran cipote de plástico y dijo una blasfemia este es mi Dios. Fue vendida por un macarra judío y acabó en Estambul en un lupanar pero consiguió regresar a San Petersburgo donde se gana la vida haciendo la carrera. Sexo cibernético.
─Esta Estrella, Crescente, ilumina los cielos tenebrosos del terror del milenario.
─Pero hombre, querido colega, ¿cómo te metes en esos tinglados pecadores?
─Porque tengo ordenes sagradas bizantinas y porque soy periodista y me gustaría anunciar a la juventud de los peligros de estas corrupciones, de estas putas.
─Esas pobres mujercillas acabarán en la cárcel, el hospital o la calle
─Sí ciertamente. Vosotros los que os quedasteis en el seminario ─le digo a mi antiguo colega─ no sabéis la fuerza que tiene el diablo y yo donde me ves soy un luchador contra la bestia.
Mi confesor frunce el ceño y tarda de reaccionar unos minutos para decir:
─No te puedo dar la absolución
─¿Por qué?
El viejo penitenciario Crescente. El Crescentín, al que yo tanto apreciaba cuando éramos latinos y jugábamos al futbol en Baterías aquel viejo campo de futbol, me despide con cajas destempladas y yo estoy a punto de mandarle a tomar por culo pero aprieto las cuentas de mi rosario y me voy que bufo.
Dios los perdone a él, a Estela, a una iglesia que no ha sabido estar a la altura en su lucha contra el diablo. Esperemos que el papa León XIV retorne a la iglesia de Roma por donde solía. Amen. Mi exomologesis acabó como el rosario de la aurora. Pienso para mi consolación que hay sacramentos que nos son dogmas sino meros símbolos y que sólo Cristo puede perdonar los pecados. No un cura inepto mal encarado y gilipollas.
martes, 1 de julio de 2025
miércoles, 11 de junio de 2025
DIA DE RECONCILIACIÓN Y DE PERDÓN SOPLA CUANDO QUIERE Y COMO QUERE EL ESPIRITU SANTO
DOCE DE JUNIO OCHENTA Y UN AÑOS CUMPLIDOS Y CELEBRADOS CON MIS HIJAS MI HERMANO MIS DOS NIETAS MI MUJER Y NUESTRA CUÑADA ELISA
Doce de junio
81 años
Como transcurre el tiempo
Sin pensarlo
Baja la arena
Por la clepsidra de los años
Yo me reconcilio con mi hermano
Hago una gran fiesta
De soplillos y tortillas
Un poco de sidrina
Y quedamos hartos
Recordando aquellos días
De la infancia
En san Valentín
Número cuatro
Puerta del Socorro
El corral de los huesos
Cementerio israelita
El pozo y el rio Clamores
─lo llamábamos el “mierdero”─
Que besaba los muros del Alcázar
Camino de San Pedro Abanto
lo cantos de aquel cojo
cojitranco
una oración por las Ánimas benditas
De aquel tiempo
Cuya es esta foto
Vino papá del cuartel
En aquel Mercedes
Detrás de nosotros
Ese alegre furriel
Tiempo cruel
Infancia bendita
Que vivimos
Al pie de la muralla romana
Adarve y sillares
Esculpidos
Con un nombre Juvenal Juvenalis
y cipreses
Y chirrido de los vencejos
En la Hontanilla
Las brisas que venían
Oliendo a pan caliente
Del cuartel de Santispiritus
Tía María tía María como
Huele a pan caliente
Deme usted un corrusquito
Para mojarlo en aguardiente
Así transcurrió
Hermano nuestra niñez castrense
Desfiles y banderas
Y aquel petate
Que traía el machacante de papa
El Tuercebotas
A las costillas
Lleno de chuscos
Para repartir entre nuestros vecinos
Que pasaron hambre y fatigas
Por pertenecer al bando contrario
Papá sin ser de derechas
Había peleado con Franco
Y nosotros no lo olvides, hermano
Javi,
Fuimos los vencedores
Con un gesto magnánimo
De perdón y una sonrisa
Y un chusco del cuartel
Para matar el hambre
Este es el mensaje
Que esta foto me revela
De una infancia que se fue
Demos gracias a Dios
Por haber vivido
La virgen del Henar y la Fuencisla
Nos arropen con su manto
11/06/2025
martes, 10 de junio de 2025
domingo, 2 de marzo de 2025
LOS NUEVOS INQUISIDORES NUEVA CENSURA NOS TIENEN AMARRADOS POR LOS COJONES
Tengo en el horno una novela casi acabada pero me ha entrado una de esas pájaras que de vez en cuando acometen al escritor sobre todo si es de los que están en la lista negra. Tendrá que auto editarse, gastarse los cuartos, enviar el texto, corregirlo yo me lo guiso yo me lo como puta y pagar la cama pues estas editoriales modernas van a viña vendimiada y carecen de corrector de pruebas amén de ser tan ignorantes que desconocen el castellano. Luego se recibe un paquete, gastos postales por su cuenta. Ilusionado el artista por ver su obra en letras de molde acude a las librerías buscando un lugar en la vitrina del escaparate. No le admiten el libro sin tener un distribuidor, le contestan. ¿Es esto libertad de opinión la cacareada libertad de prensa? No señor aquí solo pasan por la criba los elegidos, los que creen en el Holocausto, rechazan el credo de Nicea, no comen cerdo se retajan la polla en la circuncisión y se proclaman admiradores del sacamantecas de Netanyahu el nuevo Herodes exterminador de niños palestinos, le besan el culo al Zelensky, un vulgar asesino y van por ahí meneando el rabo a derecha e izquierda dicen que quieren acostarse con Frau Van der Leyden la jefa de Europa. Corrupciones, folleteos, espaldarazos si eres de los míos y si no palo. En vista de la situación yo me dedico a releer a mis clásicos y así me libro del mal sabor de boca que me deja la visión de los telediarios y la lecturas de aquellos periódicos que llamábamos en Londres de corte occidental. Todas las mañanas me desayuno un sapo. Esta ya no es ya la corte de los milagros sino la corte de las mentiras y del trágala. Vamos a contar mentiras tálala. Zelenski no es un asesino del pueblo ucraniano. Zelenski es un santo bajado del cielo a garrotazos que figura en el santoral judaico y se las tiene tiesas con Trump y con todo el poder norteamericano. Atadme esa mosca por el rabo. Yo vuelvo a mis clásicos
viernes, 7 de febrero de 2025
BIG
POPPING EYES (OJOS SALTONES) EN EL PACTO DE TOLEDO. Se nos hizo de noche y
vimos al Hombre del Saco al cruzar el Tajo
y allá por el puente de Alcántara se nos cruzó el Ojo Saltones un judío
que no sabe pronunciar las erres y habla de garganta. Tercera autoridad en
estas mansardas. Se me vino a las mentes la mera efigie de don Opas que iba
pregonando calles arriba hasta entrar en la misma plaza de Zocodover paso a la
Inquisición. Me subieron en un asnillo y cabalgando cara atrás cubierto el
rostro con una coroza cual reo del Santo Oficio y como los penitentes
capuchones que van detrás del paso en Viernes Santo.
Dos
alguaciles infames y mal encarados cutían mis espaldas con golpes de rebenque.
Yo maldecía mi suerte y me acordaba de la madre que me parió. Desdichada hora
en la hora que nací. ¿Qué mal fice? Preguntaba yo a mis esbirros y ellos en vez
de contestar descargaban más fustazos sobre mi cuerpo dolorido. Quieto ahí tú,
mostagán, que yo te vamos a enseñar a comportarte, tente derecho y no
retruques.
Pues
vaya-dije yo- pero que mal hice, y al fin uno de los corchetes leyó sentencia y
dijo que iba al palo por pensar por mi cuenta.
¿Es que escribir es un delito? Sí lo es. Un
diacono muy alto y con cara de sátiro al que yo había visto merodear por los puticlubs
de la región e iba a rumanas los sábados noche farfulló un responso en inglés.
Ya no cantaban en latín sino inglés, la nueva lingua franca, los nuevos
inquisidores. No se dirigían a la Virgen tiernas plegarias. En lugar de eso
invocaban a la Democracia y el nombre de Jesucristo había desaparecido de los
anales para dar paso al dios del Consenso.
Los
obispos y hasta el Papa proclamaron que de allí en adelante sólo había que
creer en el Holocausto, como única verdad, aserto e incontrovertible. Todo lo
demás eran leyendas, mitos, consejas evangélicas de las que cuentan las viejas
al amor del fuego.
La cosa me parecía increíble pues se me hacía
duro pensar que con tanta fuerza hubiera calado en el corazón de las gentes la
más recia y horrible de la apostasía pero reparé en el hecho de que estaba en
la provincia del Bolo (Tolrfo), la tierra de los grandes tornadizos y de los
conversos. Habían vuelto los rabinos y estos llamaron a los ulemas y en los
burdeles los malandrines y los macarras ponían a sus coimas mirando para
Toledo, la Jerusalén del Oeste, la nueva Meca de los pactos y los consensos.
En la resurrección no creía ninguno y como no
había vida eterna los directores espirituales aconsejaban a sus confesadas y a
sus pupilos que lo único que importa es lo de acá abajo. Que se olvidaran de
que eran polvo y de las palabras del cura los miércoles de ceniza. Había que
hacer más caso al Jueves de Comadres y vivir como si fuese todo el tiempo Martes
Lardero. El Lunes Corvillo para después. Toda nuestra vida es carnaval, chaval.
Y danos y danos. A ti sí que te voy yo a dar. Lo importante es lo de acá abajo.
De lo que haya allí nada sabemos. Lo cual que
lo mejor cuadra es la regla de los babilonios: comamos y bebamos que mañana
moriremos. Muy democráticamente por supuesto. La muerte es el gran rodillo
democrático les recordaba yo a mis verdugos aquel Jueves de Comadres durante mi
pesadilla. La víspera había sido Miércoles de Ceniza, la antevíspera Martes
Lardero que sigue al Lunes Corvillo. Popping Eyes no dejaba de mirarme. Una
pena que tuviera las manos atadas y no pudiera agarrar un morrillo y esputárselo
en la calva a aquel infame el que consumó la gran felonía el que cerró las
puertas de las catedrales y devolvió la llave a los nuevos invasores para que
instaurasen allí sus lugares de rezo mayormente mezquitas y sinagogas cuando no
logias donde organizar sus tenidas y conventículos. Traté de beberme mis furias
mientras cabalgaba en aquel burro prieto que trotaba por la cuesta entre las
miradas airadas de la chusma que decían cosas muy feas. Acerté a ver entre las
turbas a una señora que dicen la presidenta y se ella se dice a sí mismo
Omnipresencia porque está en todos los saraos y conmemoraciones chupando cámara
que tú no veas. Muy finolis y repeinada pero con una lengua como un carretero.
Muevan ustedes el culo, hijos de la gran puta. Tenía mucho cabreo porque quiso
ser reina y no lo es hasta la fecha. Era una mujer muy deslenguada pero bien
calzada de coturnos y vestida a la última porque encarga sus atuendos a Paris y
es toda ella una marca pero Dios mío qué lengua tenía la señora. Ella me puso
de hijoputa para arriba.
No salía de mi asombro pero un cirineo que se
ofreció para aliviar mis suplicios y me tenía al burro del ramal, un alma de
dios, un buen samaritano me dijo no se asuste su señoría ahora todas las hijas
de familia hablan así hoy por hoy máxime las que otrora fueron chicas de
derechas. Y mira que fueron educadas con monjas y toda su vida fueron muy pijas
pero sacaron los pies de las alforjas y juran beben y fornican peor que
zapateros. Para mi desesperanza la presidenta era la que con más vigor decía crucificadle,
crucifícale. Lo que exaltó a la multitud y llovieron sobre mi rostro toda
suerte de injurias, un par de cantazos y algún que otro gargajo. Échale pan que
mañana pía.
Y
no se lo tenga en cuenta vuestra merced dijo mi cirineo que también subía el
hombre compungido por las pinas y estrechas callejas de la ciudad de Carlos
Quinto pero en la fachada del alcázar ya no había águila bicéfala. En san Juan
de los Reyes arrancaron las cadenas de las Navas, de las Navas de Tolosa, y se
las devolvieron al rey de Marruecos echando por tierra el lábaro y enseña de la
unidad de los reyes católicos, el tanto
monta, monta tanto Isabel como
Fernando, nuestro emblema de la unidad nacional.
La saña deletérea y la clastomanía
irreductible de los tornadizos y pedisécuos del Ojos Saltones encontraron su
paroxismo en el furor con que echaron debajo de los frontispicios de tan
histórico lugar el yugo y las flechas. Se dijo de ahora en adelante ni yugos ni
flechas ni leches porque no sé para qué queremos los españoles el yugo de la
labor si aquí nadie pega golpe ni flechas
del poderío pues andamos nostálgicos e indefensos con el culo al aire
mandando a nuestros soldados a hacer la guerra con besos en lugar de cañonazos.
Café para todos.
Se desuncieron las Españas en una amalgama de
taifas, autonomías golfas y trinconas donde toda corrupción y prevaricación
tuvo asiento, y de cantones y la patria es ya indefensa y sin ejército hasta
tal punto que ésta se convirtió en una casa del tócame roque con sucesos tan
lamentables como el de los paracaidistas ingleses de maniobras que entraban
borrachos en una taberna de Cádiz o en
Lanzarote y se liaban a golpes con los pobres españolitos. Los soldados de Su
Graciosa Majestad apaleaban a los jueces y sodomizaban impunemente a los
números de la Benemérita que iban a detenerlos sin que el gobierno de Madrid
osara protestar porque los del FO eran los amos y aquí ya todos hablamos inglés,
tomamos el té de las cinco y entonamos el dios salve a la reina, al menos es lo
que señalan los poderes fácticos y toda esa tomiza de anglocabrones
americanoides desnaturalizados que han renunciado a su historia y a su lengua
como el Big Popping Eyes (Ojos Saltones). Átame esa mosca por el rabo. ¿Quien
pone el cascabel al gato? Moratinos estaba demasiado ocupado con meter al turco
en Europa. Hacía lo que le dijeran siempre los judíos y sus amos de Washington
en este país: el contubernio con el sarraceno. Escupían contra la cruz y eso
les hacía sentirse fuertes. Ojos Saltones, defensor del aborto, era de comunión
diaria pero dicen que se guardaba las hostias en la bocamanga y luego las
echaba a un caldero de agua hirviendo y las profanaba. La actualidad se asemejaba
a una gran tenida de masones. Cundía la blasfemia y el desencanto. También don
Opas era de la raza maldita y tenía el mismo mirar de los ojos salones.
Sin flechas del poderío nos convertimos en la
risa de las naciones, campo de Agramante de la emigración. Llegaban en manada a
nuestras costas y los españoles de bien tenían que agachar la cabeza, besar el
látigo, adorar al dios del Consenso. Paciencia y resignación. Somos extranjeros
en nuestro propio país. Tendremos que emigrar de nuestra patria otra vez los
buenos españoles
La avilantez de los gobernantes como el
execrable embono de los Ojos Saltones que por lo visto era un socialista de
padre falangista, un cacique para más señas, de apellido infame. San Homobono
era el patrón de los sastres y él era un alfayate, un malabarista de la
política que no daba puntada sin hilo. Nada por aquí, nada por allá. Su padre
fue gobernador civil y juró los Principios del Movimiento, y tuvo un tío
alcalde pero donde dije digo, digo Diego, chiquitos, y esa sí que es gorda. ¿Adonde
vamos? Al desastre, según parece pero dicen que sarna con gusto no pica.
En la plaza de Zocodover estaba preparado el
tabladillo o picota donde harían con mis pobres huesos lo que corresponde.
Había un poste rodeado de retama, el balago de arder, estaba la yesca preparada.
Iban a quemar a un cristiano recalcitrante de herejía democrática pero aunque
me maten o daré nunca mi brazo a torcer y había que decirle al Ojos Saltones a
sus jodíos morros que no era más que un jodío bolo.
Las gentes que se habían vuelto morbosas e
insensibles a los males de su vecino, de tanta tele basura como se había comido
sus ojos y roído su alma por culpa de las quintanillas y anarosas quintanas,
marilós, las reinas de las mañanas y las princesas del pueblo y de ver a todas
las horas al presentador de la cabeza gorda y los pies planos en soporíferos
programas que duraban doce horas, mientras los torticeros manijeros zurcían
mentiras a todas horas y no paraban de hablar de la crisis, predicando al
pueblo como si fueran ovejas modorras, metiéndoles el miedo en el cuerpo,
contemplaban con deleite el espectáculo y se decían unos a otros éste va a
arder bien.
El rabino de la Sinagoga del Tránsito Un sacristán
del mismo templo trajo eslabón y pedernal e hizo fuego y, aplicando tea, prendió la lumbre. A redoble de tambor, un
pregonero proclamaba:
-Cristianos a enforzar.
-Hijoputa…Hijoputa. Eres un pregonao
Doña
Esperanza para mi desespero se encontraba en el cupo de los que contra mi
hicieron causa y allí estaba entre el populacho desgañitándose contra mi
persona. Tampoco faltaba la Bibliotecaria de Logroño, una tal doña Planchas
Planchitas y con el nombre de Carmina bautizada mas luego hizo renuncio y
recobró el de Sara, su primigenio. Ella también se metió con mi alcurnia.
Aunque cambió de credo, esa señora como escritora será siempre mala. Entró en
contubernios con don Arbolí, otra moneda falsa.
No
me quedaba más remedio que admitir la culpa por la que se me condenaba y
aceptar mi condición de caganidos. Yo no era más que un “pregonao”.
En un relámpago ardió todo mi cuerpo. Gracias
a Dios, pues grande era mi fe, no flaquee en el tormento porque siendo de la
raza ibérica y mi padre aragonés. Sentí pena de la multitud dirigida por aquel
Anás de los ojos protuberantes, sudoroso y vaporoso, tercera autoridad del
Estado, que no pronuncia las erres con las sietes señas del hijoputa, metido a
politiquero siendo su distintivo principal la barba en parroquias y los muchos
sudorosos que canta todo su cuerpo que no hay quien se le acerque cuando se
sienta en su estrado presidencial en el congreso. Arrimaron fuego pero en lugar
de llorar me dieron ganas de reír y, contumaz igual que don Rodrigo en la
horca, me puse para mi último trance en el pináculo del cachondeo. Pude desligarme
de las esposas que me maniataban y, libre de manos, llevándomelas a los
genitales exclamé:
—Me
la chupáis todos vosotros. Vosotros me la chupais en cuadrilla y al de por
junto, aunque muera mártir. El que se sienta en el tribunal no es más que un judío
bolo y se lo digo a sus jodidos morros.
Y,
haciendo las señas del macho cabrío expiré, mártir de la causa. Estoy seguro de
que mi nombre enseguida ingresó en la nómina de los santos y mi alma voló
derechita al cielo después de haber dado testimonio de Cristo y amado a mi
patria desde aquella hoguera de la plaza de Zocodover gobernada por aquel
sanedrín toledano encabezado por un felón de los Ojos Saltones como gran
sacerdote. Subí a la gloria chutándomela con todos mis enemigos sobre la planta
de mis pies. Había ollado la cabeza del dragón. Fue de esta manera gloriosa y,
terne en mis convicciones, como hice la jera precisamente el día que comenzaba
la Cuaresma y las ciudades celebraban el entierro de la sardina.
viernes, 12 de febrero de 2010